Es preciso recordar que por ser ley, el embargo sólo lo puede modificar el Congreso de EE.UU. Sin embargo, los cambios anunciados son significativos. Esto es lo más destacado:

Flexibilización de restricciones de viaje para estadounidenses

Se necesitará un permiso pero habrá más categorías y la autorización será más fácil de obtener. La facilidad en los viajes permitirá a las personas que viven en Estados Unidos brindar capacitación comercial a las empresas privadas cubanas y a los pequeños agricultores.

Reanudación de actividad bancaria entre EE.UU. y Cuba

Por ejemplo, una tarjeta de crédito emitida en Estados Unidos podrá ser utilizada en Cuba, algo que no ocurre hasta el momento. También se permitirá que las instituciones de Estados Unidos abran cuentas corresponsales en instituciones financieras cubanas para facilitar el procesamiento de transacciones autorizadas.

Aumento de remesas que los estadounidenses pueden enviar

El tope pasará de 500 dólares a 2.000 dólares. Es un cambio importante, considerando que casi 2.000 millones de dólares son enviados cada año a a Cuba. Además, las remesas de donativos para proyectos humanitarios, apoyo al pueblo cubano y actividades de respaldo al desarrollo de empresas privadas en Cuba ya no requerirán una licencia específica.

Ampliación de ventas y exportaciones

Ciertos materiales para la construcción privada residencial, bienes para el uso del sector privado de empresarios cubanos y equipo agrícola para los pequeños agricultores estarán autorizados para exportación. Además, las personas que viven en Estados Unidos podrían pedir autorización para importar bienes adicionales de Cuba.

Pasos para restablecer lazos diplomáticos formales

Es un anuncio de suma importancia pues implica la normalización de relaciones después de 53 años. Se contempla que Estados Unidos vuelva a abrir una embajada en La Habana y funcionarios realizarán intercambios y visitas de alto nivel. Además, EE.UU. reconsiderará la inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo.